sábado, 11 de septiembre de 2010

Cuando estos dias de tristeza vuelven a mi, basta despertarme para sentir un hueco en el estomago que le grita al corazón.
Han pasado 19 años y un poco mas y todavía no siento nada. Sutilmente en mi camino aparecen rastros de locura e interminable decadencia, me culpan por no hacer nada.
Es el clima, son los porros, la limitación del lenguaje, la familia.
Soy un ser espacial que no tiene donde expandir su mente, encerrada, en un silencio, enferma de tantas vidas que se mueven sin mirar al cielo.
Solamente enamorándome me olvido del olvido y me enamoro pero no se enamoran y me enamoro de nuevo y nada de nuevo y me enamoro hasta que mis labios partidos y mis piernas débiles no pueden seguir mas.
Abro los ojos y el mundo tiembla.
todo tiembla.
esto me pasa esporádicamente, como un resfriado.

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